Francia presionó a España sobre el Sáhara Occidental

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La histórica complicidad de Francia con las aspiraciones expansionistas del régimen marroquí no es nueva. Una vez más, se confirma a través de un testimonio de alto nivel que remonta a la crisis del islote Perejil en 2002. En un documental de Movistar Plus+, titulado «Perejil, la guerra que no fue», el expresidente del Gobierno español José María Aznar revela que el entonces presidente francés Jacques Chirac presionó directamente a España para que realizara concesiones territoriales a Marruecos, incluyendo Ceuta, Melilla, el propio islote Perejil y el Sáhara Occidental.

Según Aznar, Chirac no solo buscaba un cambio de postura española sobre el conflicto saharaui, sino que también planteó la cesión de enclaves históricos en el norte de África.

“Me pidió que cambiara de posición sobre el Sáhara Occidental y que cediera Ceuta y Melilla”, afirmó el exmandatario, quien asegura haber rechazado categóricamente la propuesta al considerarla una injerencia inaceptable en la política exterior española.

“Le respondí que no, de ninguna manera”, añadió.

España reaccionó entonces con la operación militar Romeo Sierra, mediante la cual recuperó el control del islote Perejil en una acción rápida y limitada. En el documental, Aznar no oculta que Chirac tuvo un papel clave en la crisis, afirmando que fue el presidente francés quien “dio alas” a la intervención marroquí e impidió que la Unión Europea adoptara una postura de apoyo a España.

“Di la orden de enviar un mensaje claro: cuando ocurren estas cosas, España actúa”, concluyó.

Complicidad sostenida y apoyo al Majzén

Las declaraciones de Aznar se suman a una larga lista de hechos que evidencian la connivencia de Francia con las políticas expansionistas del Majzén, su antiguo protectorado. A lo largo de las décadas, París ha brindado un respaldo constante a Marruecos en los frentes diplomático, económico y militar, especialmente en relación con el Sáhara Occidental.

Una muestra de ello fue proporcionada por el propio embajador de Francia en Marruecos, quien reconoció recientemente que aviones franceses Jaguar intervinieron en los años 70 contra combatientes saharauis que cercaban unidades del ejército marroquí desplegadas desde Guelta Zemmour y Dajla.

En el ámbito diplomático, Francia ha sido uno de los principales sostenes de la posición marroquí en el Consejo de Seguridad de la ONU y participó en la elaboración del plan de autonomía propuesto por Rabat en 2007. Según el presidente argelino Abdelmadjid Tebboune, dicho plan fue “una idea falsificada” que nació en Francia durante el mandato de Chirac, con el objetivo de imponer una solución unilateral e inaceptable para el pueblo saharaui.

La postura francesa no ha cambiado con los años. Tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea del 4 de octubre de 2024, que declaró ilegal la explotación de los recursos naturales del Sáhara Occidental, Francia —al igual que España— desoyó el dictamen internacional y continuó promoviendo la cooperación con Marruecos.

Además, París se desmarcó de una resolución del Parlamento Europeo que denunciaba la injerencia marroquí, afirmando, a través de su embajador, que dicho texto “no compromete en absoluto a Francia”. Finalmente, la reciente visita del presidente Emmanuel Macron a Marruecos y su apoyo explícito al plan de autonomía confirman una relación de dependencia política que, lejos de disimularse, hoy se manifiesta abiertamente.

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