Consejo de Seguridad : Sonó la hora de la verdad para Marruecos

La cita anual de los marroquíes con el Consejo de Seguridad ya no es como en los tiempos en lo que jugaban con el informe de Ban Ki-moon y se beneficiaban de la indulgencia de esta instancia onusina. Esta cita se ha convertido en el momento de la verdad, similar al temido juicio final en el que los pecadores corren el riesgo de ser colgados con sus cejas (una amenaza utilizada por el sanguinario Hasan II, según su rebelde sobrino). No hace falta tener cualidades especiales para ver como los gobernantes temblaban conforme se acercaba la “maldita” cita. Una cita de la que el Consejo de Seguridad también quiere desembarazarse. Simboliza la vergüenza de un plan de paz por el que votaron hace más de 22 años.
En esta ocasión, el informe de Ban Ki-moon ya no es ese texto rutinario cuyo redactor anda con pies de plomo para no irritar a Marruecos. Esta vez, se le dice a los marroquíes que no tienen ningún derecho de soberanía sobre ese territorio ni sobre sus recursos naturales y su explotación sin el consentimiento del pueblo saharaui es un robo. Se les recuerda que es un territorio no autónomo y sus habitantes deben, según el derecho internacional, beneficiarse de las recetas de los fosfatos y de la pesca y que toda explotación debe tener eso en cuenta. 
En este informe, debemos saludar la constancia en la posición de la ONU al seguir tratando este asunto como un problema de descolonización cuya solución tiene que estar basada en la autodeterminación. Otra paliza para los gobernantes marroquíes que hasta ahora hicieron lo posible para excluir ese término de la solución.
Ban Ki-moon no se limito a eso. Ademas de recordarles que el territorio no les pertenece, les hizo saber que violan los derechos humanos de los saharauis y el efecto negativo de estas violaciones sobre la paz y la estabilidad en la región. 
Ban Ki -moon reafirmó la necesidad de vigilar de una manera  » durable, independiente e imparcial » el respeto de los derechos humanos en el Sáhara Occidental. Las alabanzas que acompañan esas recomendaciones son migajas que se tiran al régimen de Marruecos que, a su vez, las utiliza para calmar a su opinión publica. Alabanzas puramente protocolarias, ya que si fueran reales no habría necesidad de crear tal mecanismo si no hubiera violación de esos derechos. 
Si el año pasado, el proyecto de resolución americano para la ampliación de las prerrogativas de la MINURSO fue rechazado, su efecto sigue latente y nadie ignora que las violaciones de los derechos humanos seguirán mientras los saharauis se opongan a la ocupación marroquí. Marruecos lo sabe y sus aliados también.

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