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Un artículo del diario público analiza el contenido y los principales planteamientos del libro Sáhara Occidental. 1975: el final del colonialismo franquista (Catarata, 2025), del profesor de Relaciones Internacionales Isaías Barreñada (UCM), que propone una revisión crítica del colonialismo español en el Sáhara Occidental, especialmente en los años finales de la presencia española (1975-1976), coincidiendo con el 50º aniversario del abandono del territorio.
Relectura crítica del colonialismo español
Barreñada cuestiona la visión extendida de que el colonialismo español fue “benigno” o poco violento en comparación con otros imperios coloniales europeos. Aunque reconoce que el nivel de violencia fue menor que en casos como Argelia, subraya que el dominio español no fue inocuo ni neutral, sino un producto directo del franquismo. El autor busca desmontar la imagen paternalista y desresponsabilizadora del colonialismo español y evidenciar sus prácticas discriminatorias.
Discriminación, racismo y ciudadanía de segunda
El libro pone de relieve la existencia de discriminación estructural contra la población saharaui: segregación en espacios públicos (como cines o piscinas), salarios más bajos, sistemas judiciales diferenciados y una “ciudadanía española” incompleta. Barreñada sostiene que el discurso de “civilizar” o “sedentarizar” a los saharauis encubría prácticas racistas y coloniales, aunque reconoce que también existieron relaciones personales positivas entre saharauis y algunos colonos españoles.
Los sucesos de Zemla (1970)
Un punto clave del análisis son los sucesos de Zemla, en junio de 1970, considerados un hito en la construcción de la identidad nacional saharaui. Una manifestación liderada por Basiri para denunciar las condiciones de vida fue reprimida violentamente por las autoridades franquistas, con muertos, detenciones masivas y la desaparición de Basiri. Este episodio radicalizó la resistencia saharaui y aceleró el proceso de descolonización, mostrando que el movimiento se enfrentaba a un régimen autoritario que respondía mediante cooptación o represión.
Nacimiento y consolidación del Frente Polisario
Tras Zemla, se produjo una ruptura con los jefes tribales intermediarios del poder colonial. En 1973 se fundó el Frente Polisario, en parte impulsado por antiguos represaliados. El movimiento fue ganando legitimidad y apoyo popular hasta convertirse en la principal fuerza política saharaui.
La visita de la ONU en 1975 y la decisión de abandonar el territorio
La visita del Comité de Descolonización de la ONU en mayo de 1975 marcó un punto de inflexión decisivo. Las manifestaciones masivas a favor de la independencia sorprendieron a todos los actores y convencieron a las autoridades españolas de que el control del territorio era insostenible. Según Barreñada, la decisión de evacuar a los españoles se tomó entonces, antes incluso de la Marcha Verde marroquí, y dio lugar a la planificación de la Operación Golondrina.
El papel del PCE y el PSOE
El libro analiza las posiciones de los partidos antifranquistas:
–PCE: Mantuvo una postura ambigua y dividida. Mientras su dirección exterior asumía las posiciones marroquíes, las células comunistas dentro del Sáhara —especialmente entre soldados— denunciaban las condiciones coloniales y simpatizaban con las reivindicaciones saharauis. El giro oficial del partido se produjo en 1975, influido por la ONU y por Cuba.
–PSOE: Con menor implantación, mostró escasa atención al Sáhara en sus congresos, aunque denunció los Acuerdos de Madrid de 1975. En 1976 Felipe González prometió apoyo al pueblo saharaui en los campamentos de Tinduf.
Barreñada destaca que las primeras muestras claras de apoyo al Sáhara provinieron de organizaciones de izquierda más radical.
Cuestiones pendientes y archivos secretos
El autor señala que aún quedan incógnitas relevantes, especialmente sobre la represión, las desapariciones y la toma de decisiones en los últimos meses del franquismo. Aspectos sensibles incluyen el papel de Juan Carlos I, la influencia de Estados Unidos y Kissinger, los intereses estratégicos estadounidenses y los beneficios económicos derivados de la retirada española. También menciona la falta de transparencia sobre la participación española en la empresa de fosfatos Fosbucrá y los posibles negocios realizados durante la salida del territorio.
Conclusión
Barreñada considera que el conocimiento sobre el final del colonialismo español en el Sáhara Occidental es amplio, pero incompleto. Una apertura real de archivos permitiría una visión más nítida y responsable de un proceso marcado por la discriminación, los intereses geopolíticos y económicos, y una descolonización inacabada cuyas consecuencias siguen vigentes.
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